Las Administraciones Públicas están en un momento complicado para acometer obras debido al impacto de la crisis financiera y a la necesidad de mantenerse dentro de los límites de déficit permitidos.
Entre los llamados PPP, en su sentido más amplio de fórmulas de colaboración público privada, se incluyen unos mecanismos que permiten al sector público mantener su inversión sin consolidación de deuda y sanear su deuda sin recortar su actividad.
Esto se logra mediante la entrada de operadores privados, constructores y gestores de las infraestructuras o equipamientos públicos, que pueden aprovechar las oportunidades del mercado y aumentar su volumen de negocio a través de fórmulas que combinan una rentabilidad razonable con un adecuado régimen de garantías. Por último, las entidades financieras, fondos y demás vehículos inversores financian o participan en el capital de sociedades gestoras de infraestructuras o equipamientos públicos articulando estructuras de garantías ajustadas a la naturaleza y características de los ingresos y riesgos de cada proyecto.
Estos instrumentos permiten que el sector público atienda a la demanda de infraestructuras y equipamientos, estimulando la actividad económica, incorporando el know-how y las eficiencias del sector privado en el mantenimiento y operación de las infraestructuras y garantizando la sostenibilidad presupuestaria.
Por el lado de los privados, la colaboración público-privada permite al constructor u operador la generación recurrente de caja y poner en valor su capacidad de gestión de los riesgos operativos.
Por último, para los financiadores, la solvencia del deudor (mediato e inmediato) y su elevado conocimiento de las operaciones y sus riesgos financieros hace de los PPP unos proyectos rentables.n embargo, también hay amenazas, y no pequeñas, como la escasez de financiación y la mayor carestía de la misma, que unidas a la competencia entre proyectos en un entorno globalizado y las interpretaciones “rigoristas” de reglas contables europeas en materia de consolidación pueden reducir el interés que estos proyectos presentan para todos los operadores citados.
Por ello, ahora más que nunca, es esencial conocer en profundidad la realidad a la que nos enfrentamos, los incentivos y dificultades que estos esquemas y sus múltiples manifestaciones presentan para cada uno de los agentes, y ser capaces de estructurar adecuadamente estos esquemas en el complejo entorno actual.
Estamos convencidos de que estas fórmulas están llamadas a protagonizar el desarrollo de infraestructuras en España.
Gervasio Martínez-Villaseñor, socio de Garayar Asociados y miembro de ForoPPP